¿Qué haces a media noche?

Le puse este título sugestivo a esta reflexión para llamar tu atención para las preciosas enseñanzas que contiene el texto bíblico que voy a considerar.

El texto de Hechos 16:22-26 dice “22 La multitud se levantó a una contra ellos, y los magistrados superiores, rasgándoles sus ropas, ordenaron que los azotaran con varas. 23 Y después de darles muchos azotes, los echaron en la cárcel, ordenando al carcelero que los guardara con seguridad; 24 el cual, habiendo recibido esa orden, los echó en el calabozo interior y les aseguró los pies en el cepo.

25 Como a medianoche, Pablo y Silas oraban y cantaban himnos a Dios, y los presos los escuchaban. 26 De repente se produjo un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel fueron sacudidos; al instante se abrieron todas las puertas y las cadenas de todos se soltaron.”

A Filipos, la ciudad más importante de Macedonia Pablo y Silas llegan con el propósito de compartir el evangelio. Como consecuencia de ese trabajo, gente se convierte y es bautizada.

Lo que observo es que conversiones y gente buscando a Dios hacen que las tinieblas se manifiesten, un espíritu de adivinación es reprendido y comienza una verdadera guerra de Dioses.

Esta guerra de Dioses termina con una reacción contra los siervos de Dios que son llevados ante el juez y sin más, reciben la sentencia que los condena y esa condena será cumplida por etapas:

1. Pablo y Silas tienen sus ropas rasgadas. Esta acción tenía el propósito de avergonzarlos públicamente.

2. Pablo y Silas son azotados con varas, un duro castigo psicológico y físico, que tenía el propósito de recordarles, mediante el dolor producido por las heridas, que no deberían seguir predicando a Cristo.

3. Cárcel. Por medio del encarcelamiento se les quitaba la libertad de ir y venir; trancándolos en la cárcel, las voces del infierno les gritaban, paren, desistan de hacer lo que están haciendo.

El relato bíblico nos dice que a media noche, dos personas avergonzadas en público, lastimados y aprisionados, oraban y cantaban.

De esto surge una pregunta: Qué es lo que hacemos a media noche?
Lo demás ya lo sabemos. A media noche Pablo y Silas, dos personas avergonzadas en público, lastimados y aprisionados oraban y le cantaban a Dios; habían golpeado sus cuerpos pero no habían logrado golpear su fé; habían limitado sus movimientos en la calle pero no habían logrado encarcelar su alma y eso es suficiente para lograr una intervención de Dios.

La respuesta fue un terremoto; la cárcel se sacudió desde sus cimientos, las puertas se abrieron y las cadenas de todos se soltaron.

¿Crees que fue a causa del terremoto?
Cadenas que están en las manos y los pies de una persona no se caen a causa de un terremoto, pero la combinación de oración y alabanza a Dios, sí que abre puertas y sí que rompe cadenas.

¿Qué haces a media noche?
Mira lo que dice el salmista en el salmo 63:3 en la versión de Reina Valera Gomez (2010)
“Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde agua no hay;” y el salmo 119:62 dice “A media noche me levantaba a alabarte por tus justos juicios.”
¿Qué haces a media noche?

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